jueves, 25 de agosto de 2011

Freaks and Geeks

Sí, sé que he tardado bastante en blogear algo, pero tengo mis motivos, uno de ellos llamado tiempo libre (¿tiempo libre? ¿desde cuando en verano se tiene de eso?) y el otro, mosquitos. Tengo tres picadas de mosquitos en los dedos, y a mí que me pique un mosquito es más o menos igual que si me picara un áspid, por lo que si tardo de por sí en escribir una entrada normal, con los dedos triplicando su tamaño, pues imaginad…

Pero bueno, esta entrada no va a ser publicada para que mis penas queden en acta, no, no, no. Da la casualidad de que a lo largo de esta semana, mirando la tele, he visto tres emisiones distintas, pero con algo en común. La primera fue Spiderman 1, con James Franco de por en medio; luego también vi Bones, en esos en los que sale John Francis Daley como Sweets, el pepsicólogo; y por último vi Como Conocí A Vuestra Madre, donde podemos ver a Marshall, cuyo nombre real es Jason Segel.

¿Y qué tienen en común estos señoritos? Bueno, supongo que alguien lo sabrá, puesto que es una serie mítica, pero por si acaso, lo comento. Todos estos, en 1999, participaron en el reparto de la serie “Freaks and Geeks”, una de las mejores series adolescentes de la historia, a mi juicio.


Se aleja de animadoras buenorras con faldita y cortas de neuronas, también de chavales desesperados por lograr una cita con ellas y de chiquillos cuya única meta en la vida es no ir solos al Baile de Invierno. No, es mucho más real, no es como Glee o RJ Berger que, contando con personajes “pringaos” a más no poder, intentan ganarse la aceptación de los demás, en Freaks and Geeks la popularidad pierde importancia, es mucho más “Rock and Roll” (???)

Los personajes son brillantes, pero entre todos me quedo con Nick Andopolis (Jason Segel) porque con aquello de que quiere ser batería, me conquistó, me recuerda a mí misma xD Aunque séh, mamá, sé que tendré que esperar a cumplir dieciocho y no vivir en casa.

Por supuesto el resto del reparto también es una pasada, como Linda Cardellini (por ejemplo Vilma en las pelis de Scooby Doo), Busy Philipps (Dawson's Creek) o el gran Seth Rogen.


Bueno, a quien no la haya visto, le invito sin duda a verla, es genial, aunque por desgracia seguramente los dieciocho capítulos que creo que la forman sabrán a poco, queda muy cortada. Si alguien quiere links de lugares para verlo y demás, que lo pida, no hay problema, realmente vale la pena.


Todos llevamos una parte Freak y Geek dentro, aunque haya algunos que no quieran admitirlo ;)

jueves, 18 de agosto de 2011

...


La mala noticia es que el tiempo vuela;
la buena, que tú eres el piloto.

-Cashback.

Never Say Never

Mi padre está en la Edad del Pavo. Esa es la única explicación medianamente lógica para que se comporte así. O sea, con su edad, ¿a qué santo decide que es el Fan Number One de Crepúsculo y que la Ono es un desastre por no ponerla en el listado de películas del Ojo? Indignación es lo que siente al pensar que puede que saquen la Cuarta peli antes de que él haya visto la Tercera... Y por supuesto está convencido de que sus queridas hijas son también fans de los vampiros amortentiados por la loca Swan, ya que está completamente convencido de que le acompañaremos al cine a verla. Al cine. A ver Crepúsculo Version 4. No esnifa del jazminero ni náh...

La única ventaja es que él pagaría, claro está, pero de todas maneras hay más trucos para que tu padre te invite al cine no-relacionados con que se convierta en un freak del fenómeno. Como por ejemplo decirle que Hermione muere en HP 7 parte 2. Sí, soy una mal fan, pero aún no he podido ir a verla, aunque de todas maneras mi padre está obsesionado por encontrar una fecha en la que podamos ir todos, y todos los días, casi rozando el desespero, me pregunta "Clara, ¿pero como se va a morir Hermione? No pueden matar a Hermione, es la más inteligente" Desde siempre fue el personaje preferido del hombre, no os preocupéis, nada grave.

Al menos sé que todo el royo del "look Crepusculero" que suelen llevar las fans-fans nunca será algo que pueda ver en el guapote de mi padre, más que nada porque le entra la risa al ver a los emos y demás, aunque varios días se las tenga que ver con transexuales clientes suyos y le parezca algo bastante normal. Sin embargo, como por lo visto los trajes de Jedi no estaban de promoción, desde hace casi un año se inspiró en otra saga de películas míticas para su look de invierno. Chupa de cuero marrón, botas y un gorro de ala de piel, ligeramente parecido a los de cowboy (para ir por la calle, seh) le convierten en un perfecto Indiana Jones, solo falto de látigo, pero es que es muy pacifista el chico... Todo un show.

Y bueno, si algo echo de menos desde que Eduard Culen y Bela Suan entraron en su vida, es que la cantidad de consejos y riñas que me soltaba tipo "Un gran poder conlleva una gran responsabilidad", "Que la fuerza te acompañe" o "Hasta el más pequeño puede cambiar el curso del mundo" han menguado, sin desaparecer del todo, pero sustituídos por algo terrible: la Filosofía Bieber. Y es que da igual que se lo repita una y otra vez, jamás se cansará de decirme "Nunca digas nunca" (palabra que uso en el 80% de mis frases). Compadecedme, vivo con él.

Lo dicho, nunca entenderé a este hombre del todo.

miércoles, 17 de agosto de 2011

She Moves In Her Own Way

A veces me da por preguntarme asuntos existenciales que luego replanteo en voz alta para que el resto de la humanidad que pulula a mi alrededor me mire con cara de póker, en plan "sí sí gorrión", como aquella vez en la que me afané en estudiar porqué todas las mujeres abrazaban o con ambos brazos por debajo o con ambos por arriba y yo lo hacía en forma de equis. O sea, ¿no es más "justa" mi manera? Igual que cuando toca cogerse de las manos y hay gente que se pone ambas de la "manera cómoda"...

En féhn, el caso es que el otro día estaba escuchando mi mp4 partiendo auriculares con una amiga y sonó "She moves in her own way" de The Kooks. No pude evitarlo, me salió sin más, y solté un "Mira, ésta es mi canción" así, toda sonriente, sin haber querido decir nada malo; sucede a menudo con las cosas más bobas, que los interlocutores reciben desde el Más Allá cierta dosis de locura repentina, acompañada de ansias de discutir por lo que sea, que te coge de improvisto y que carece de sentido al cien por cien. Y allí empezamos una encarnizada (por exagerar...) disputa en la que ella afirmaba que esa no era mi canción, sino que pertenecía a todos, que que fuese mi preferida no tenía nada que ver y tal y cual... Relatar el resultado de aquella discusión estúpida sería tan falto de sentido como imposible de explicar, así que haré un flashforward hasta ahora, cuando me dispongo a estampar lo que pensé, lea quien lea.

No sé si seré la única persona que ha hecho eso, y por ahora no he conocido a nadie más, pero estoy segura de que existen más como yo (sí, por mucho que suene a frase de película post-apocalíptica). Y con "eso" me refiero a encontrar por casualidad una canción que desconocías (en mi caso fue con doce años en la MTV Alemana, a las siete de la mañana mi último verano antes de pertenecer a la Enseñanza Secundaria) y, al instante, saber que es tu canción. Sí, sin más, simplemente saber que por alguna razón estarás vinculado a esa canción a pesar de que no guardas ningún recuerdo con ella, ni te parece la más bonita ni extraordinaria del mundo, sencillamente es tu canción, y no importa que sea también la de alguien más.

martes, 16 de agosto de 2011

¿Sabías?

Hoy me he despertado a la misma hora que llevo haciéndolo prácticamente en lo que llevo de mes, pero con varias diferencias. La primera, que lo he hecho por inercia, solita, simplemente porque se ve que la costumbre empuja a uno a despertarse a la misma hora, aunque en este caso no haya sido con “Lore Lore Macu Macu” sonando de fondo. Por otra parte está eso de que había algo diferente bajo mi espalda (bueno, más bien bajo mi cara, que duermo mirando pa’l suelo) llamado… ¡oh, colchón!, porque que digan lo que quieran, pero la hierba que había al montar nuestra tienda tardó en morirse dos días y medio como mucho, cediendo lugar a las piedras y demás para que nos vigilaran. También está el hecho de que, por mucho que me he esmerado en mirar si había visita, el único bichejo que he encontrado en mi habitación era mi hermana, así que cero de visitas insectiles hasta el año que viene, que entre cucarachas, bichos-bola del tamaño de un euro si se enrollan, arañas varias de esas que pican pero puedes olvidarte de spidermanizárte y demás, yo por lo menos estaba harta.

Sí, acabo de llegar de un Campamento como séptimo año consecutivo y, a pesar de lo “mal que se vive” allí, me es imposible no sentir adoración por todo lo que representa y las vivencias que se comparten. No necesito pensarlo para saber que el año que viene volveré. Y fue durante el transcurso del segundo o tercer día de Campamento, en uno de esos momentos legendarios que desearías mostrar a todo el mundo y que quedarán gravados en tu mente a pesar de lo insulso de ellos, cuando el gusanillo de publicarlo todo en un Blog de Interné’ me invadió, y ahora, tras dos semanas comiéndome las ganas, me apresuro a hacerlo.

Pues bueno, bienvenido al Blog, si es que alguien lo va a leer (sino tendrá una única seguidora, pero muy fiel, llamada Clara, véase yo) lo cual no es lo realmente importante.


Como escribió Luke Pritchard, I’m always where I need to be.